Cómo hacer un Scoby de Kombucha sin té de arranque
La kombucha es una bebida fermentada llena de probióticos y beneficios para la salud. Tradicionalmente, se prepara mezclando té dulce con un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras (scoby) y té de arranque. Sin embargo, ¿qué sucede si no tienes acceso al té de arranque o simplemente quieres probar una forma diferente de hacer kombucha? En este artículo, te mostraremos cómo hacer un scoby de kombucha sin té de arranque. Aunque puede llevar un poco más de tiempo y el proceso puede ser diferente, aún podrás disfrutar de una deliciosa kombucha casera llena de probióticos sin necesidad de té de arranque.
Contenidos
Conseguir un Scoby para hacer Kombucha sin té de arranque
¿Qué es un scoby?
Antes de comenzar, es importante comprender qué es un scoby. El scoby, también conocido como el hongo de kombucha, es una especie de disco gelatinoso formado por una colonia de bacterias y levaduras. Es esencial para el proceso de fermentación de la kombucha, ya que ayuda a convertir el té dulce en una bebida fermentada llena de probióticos.
Obteniendo un scoby
Existen varias formas de obtener un scoby para hacer kombucha sin té de arranque. A continuación, te mostraremos algunas opciones:
- Compra un scoby: Si no puedes conseguir un scoby de alguien conocido, puedes comprar uno en tiendas especializadas en fermentados o en línea. Asegúrate de elegir un scoby de buena calidad y de origen confiable.
- Pide prestado un scoby: Si tienes amigos o conocidos que hacen kombucha, puedes pedirles prestado un scoby para comenzar tu propio cultivo. Asegúrate de seguir las instrucciones de cuidado y devolver el scoby una vez que hayas obtenido el tuyo propio.
- Crea tu propio scoby: Si no tienes acceso a un scoby, también puedes crear el tuyo propio. Aunque llevará más tiempo, es posible hacerlo utilizando un líquido de kombucha embotellado o incluso un poco de kombucha comprada en la tienda.
Proceso de fermentación paso a paso
Una vez que hayas obtenido tu scoby, es hora de comenzar el proceso de fermentación de la kombucha sin té de arranque. A continuación, te mostraremos cómo hacerlo paso a paso:
Paso 1: Prepara el té dulce
Comienza preparando una cantidad adecuada de té dulce. Puedes usar cualquier tipo de té que te guste, ya sea negro, verde o herbal. Asegúrate de utilizar al menos 5 bolsitas de té por cada litro de agua para obtener un sabor más intenso. Agrega azúcar al té caliente y revuelve hasta que se disuelva por completo. Deja que el té se enfríe por completo antes de pasar al siguiente paso.
Paso 2: Introduce el scoby y el líquido de kombucha
Una vez que el té dulce esté completamente frío, transfiérelo a un frasco de vidrio limpio y esterilizado. Luego, coloca suavemente el scoby en el frasco y asegúrate de que esté cubierto por completo por el líquido de kombucha. Si tienes un poco de líquido de kombucha embotellado o comprado en la tienda, también puedes agregarlo para ayudar a iniciar la fermentación.
Paso 3: Cubre el frasco y deja fermentar
Cubre el frasco con un paño de cocina limpio o una tela de muselina y asegúralo con una banda de goma o una cuerda. Esto permitirá que el aire circule y evite que cualquier insecto o polvo caiga dentro del frasco. Coloca el frasco en un lugar cálido y oscuro, como un armario, y déjalo fermentar durante aproximadamente 7 a 10 días.
Paso 4: Prueba la kombucha
Después de 7 a 10 días, es hora de probar la kombucha para ver si está lista. Usa una pajita o una cuchara limpia para tomar un poco de líquido de kombucha y pruébalo. Debe tener un sabor ligeramente ácido y un poco efervescente. Si aún está muy dulce, déjala fermentar por unos días más antes de probarla nuevamente.
Paso 5: Guarda la kombucha terminada
Una vez que la kombucha haya alcanzado el nivel de acidez deseado, es hora de guardarla. Retira cuidadosamente el scoby y colócalo en un plato limpio o en un frasco con un poco de líquido de kombucha. Luego, transfiere el líquido de kombucha fermentado a botellas de vidrio herméticas y guárdalas en el refrigerador para que sigan fermentando lentamente.
Resolver posibles problemas al realizar un Scoby de Kombucha sin té de arranque
Aunque hacer un scoby de kombucha sin té de arranque es posible, existen algunos problemas comunes que podrían surgir durante el proceso. Aquí están algunos de ellos y cómo solucionarlos:
Problema: No hay formación de scoby
Si después de unos días no ves ninguna formación de scoby en la superficie de la kombucha, es posible que necesite más tiempo para desarrollarse. Asegúrate de que el lugar donde estás fermentando la kombucha tenga una temperatura adecuada (alrededor de 24-29 grados Celsius) y déjalo fermentar durante unos días más.
Problema: Moho en el scoby
Si ves algún tipo de moho en el scoby, es importante desecharlo y comenzar de nuevo. El moho puede ser peligroso para la salud y arruinará tu lote de kombucha. Asegúrate de que todos los equipos estén limpios y esterilizados antes de comenzar y evita cualquier contaminación durante el proceso.
Problema: Kombucha demasiado ácida
Si la kombucha resulta ser demasiado ácida después de la fermentación, es posible que la hayas dejado fermentar por demasiado tiempo. Prueba tu kombucha regularmente durante la fermentación para evitar que se vuelva demasiado ácida. Si ya está demasiado ácida, puedes agregar un poco de agua o jugo sin azúcar para diluir su sabor.
Conclusión
Hacer un scoby de kombucha sin té de arranque puede requerir un poco más de tiempo y paciencia, pero aún así es posible obtener una deliciosa kombucha casera llena de probióticos. Si no tienes acceso al té de arranque o simplemente quieres probar una forma diferente de hacer kombucha, sigue los pasos mencionados anteriormente y disfruta de los beneficios de esta bebida fermentada. Recuerda experimentar con diferentes tipos de té y sabores para crear kombucha única y personalizada. ¡Disfruta de tu kombucha casera y saludable!